Mándala, quiere decir rueda o círculo en sánscrito, es una imagen con un centro y con una simetría organizada habitualmente en 4 ejes, los 4 puntos cardinales, es el espacio donde se encuentran el mundo interior y el mundo exterior, un lugar que puede sostener y manifestar la poderosa energía de la intención.
Las mándalas las podemos encontrar en todas las culturas y en todos los tiempos, la simetría y su creación contienen la magia del ser, las encontramos en la naturaleza, cada flor es una mándala perfecta, las copas de los arboles crean mándalas de sanación y vida. Podemos realizar nuestras mándalas del material y forma que mas nos guste, arena de colores, tela, flores, tejidas o iluminadas, el limite es nuestra imaginación.
En la cultura occidental , fue Carl G. Jung quien los uso en sus terapias, el mismo las usaba para interpretar sus sueños, él indico que estos representan la totalidad de la mente y que abarcan tanto el consciente como el inconsciente, afirmando que el arquetipo de estos dibujos se encuentra firmemente anclado en el subconsciente colectivo.
Las mándalas son llaves que nos permiten cambiar la vibración sobre lo que percibimos, nos ayudan a entonarnos con una frecuencia correcta para poder atraer aquello que deseamos. Las mándalas trabajan en un plano muy sutil, una vez creadas contienen la frecuencia para lo que fueron creadas por lo que la meditación puede llevarse a cabo de dos formas, pintando y observando.
Se puede crear las mándalas con objetivos específicos, como la sanación, amor, paz e incluso para crear la manifestación en nuestro plano, como puede ser un par de zapatos, el cambio de estilo de vida, dejar un mal habito, la mándala más poderosa es aquella que es creada por uno mismo, ya que esta lleva en su creación la energía enfocada de quien la está haciendo, estas mándalas reflejan la fortaleza, claridad e intención enfocada del creador, lo que quiere decir que mientras mas clara y mas enfocados seamos al crearla más poderosas serán.
Las formas y colores de las mándalas son tan ilimitados como los colores y mándalas en la mente universal, por ello mirar o crear una mándala activa la unicidad o plena consciencia. Las podemos usar, para colocarlas en un altar, para colocarlas cerca de nuestras plantas para que crezcan o para que sean nuestros portales hacia nuestra resonancia con la totalidad, con el balance y con el conocimiento y empoderamiento de nuestro espíritu.
Usar mándalas nos permite centrarnos, orientar nuestras intenciones, construir, absorber información, destruir, reintegrar y transformarnos, todo este poder para usarlo en nuestro mejor bienestar y puede ser usado por los niños, no se necesita ser metafísico o mago para poder expresar a través de ellas su poder sanador.
Podemos usar varias mándalas al mismo tiempo, no hay límites al respecto ni tampoco de que tan seguido se deban usar (Carl Jung las usaba todos los días para interpretar sus sueños!) las podemos colocar donde sea, en la pared, en el altar, sobre la computadora, donde tu intención te indique, es como todo, mientras más se practica, más claro es la intención de su uso y más directo y rápida es su ayuda.
Podemos ir diseñando nuestras propias mándalas (en internet hay también muchas que se pueden descargar) la mándala es nuestra intención creando abundancia.
La mejor forma de pintaras para meditar es buscar el tiempo y el espacio que nos permita dibujar y observar para que podamos ir sintiendo como se mueve ( y ese movimiento que se percibe es la energía en movimiento!!) Decide la dirección en vas a pintarlo y trata de mantenerla ya que esto permite un mejor flujo de la energía.
Al elegir los colores puedes hacerlo de manera intuitiva ¡no importa que no combinen los colores entre si! de esta manera podrá descifrar tu estado de ánimo. También podrás hacerlo eligiendo los colores, con esto logras cambiar tu estado de ánimo.
Tal vez te de sueño en el proceso, la mándala está cumpliendo con la relajación, es normal, vete a dormir, después elige una nueva mándala, o empieza la misma nuevamente.
Las mándalas son círculos sagrados, extensión de nuestro espacio sagrado principal , nuestro espíritu, expresan la unicidad del universo y la ilusión de la separación, nos permiten observar todo aquello que nos rodea con positivismo. Crear mándalas es recrear nuestra realidad.
Feliz Encuentro )0(