jueves, 20 de diciembre de 2012

Yule, Solsticio de Invierno.


Yule,  es el festejo del solsticio de invierno,  es el día más corto en la rueda del año y la noche más larga, es una celebración antigua nórdica con ese nombre, pero muchos han sido los Dioses a través de la historia del hombre que han elegido el solsticio de invierno para su nacimiento.

Yule es el festejo simbólico del nacimiento de Dios y se festeja que a partir de este momento los días comienzan a ser mas largos, lo que hace de este solsticio el festejo del Año Nuevo, en la Rueda del Año.  
Hay muchos elementos paganos en la celebración de este Solsticio, elementos que además se mimetizan de y en otros festejos de invierno,  estos festejos tienen en común el Nacimiento de un Dios.

La mayoría de estos Dioses están asociados con el sol o bien con la muerte y el renacimiento,  quiero compartirles algunos de los Dioses  (no son todos ni quiero decir que son los más importantes, son simplemente los arquetipos que a mí me han llamado en algún momento y de los cuales he recibido aprendizaje, ya sea en sus leyendas o en sus imágenes y simbolismos) que han tenido el Solsticio de Invierno  (o los días alrededor de este solsticio 20-24 de diciembre) como su fecha de Nacimiento:
 
Ra
Cronos
Lugh
Mirthra
Odin

El festejo que se lleva a cabo estos días, ya sea que le llamemos Yule, Solsticio de Invierno, Navidad, es la celebración de la luz que viene, es el calor que nos permite sobrevivir al invierno, el nacimiento del Dios en el que uno cree, es una celebración que nos permite compartir y alejar los sentimientos negativos en nuestros instantes,  es una oportunidad de renovación en nuestra fe, cualquiera que esta sea y del inicio  un nuevo ciclo, es el momento en que retomamos nuestro poder y ofrecemos bendiciones a nuestros semejantes, dejamos los miedos a un lado y creamos el milagro de la Divinidad manifestándose en nuestro instante.  


Pero no solo celebramos durante este tiempo la llegada del Dios, como un niño sagrado, sino a la Diosa convirtiéndose en Madre y preparándose durante este ciclo, para re-iniciar la rueda del año, cuidar del niño mientras crece y volver a ser la doncella que en primavera  será seducida por el Dios, ahora joven y fuerte y que florece dándole color a la tierra y que será fecundada para dar paso a que los Dioses renazcan nuevamente del niño que nace en este tiempo.

En cada instante el Dios camina con la Diosa de los mil nombres,  representando la semilla del amor que constantemente se transforma, se desdobla para mantener amando y sosteniendo a los todos los seres creados por ellos.

En esta ocasión el solsticio viene acompañado de la elevación de las vibraciones de los seres que habitamos Gaia.  El fin de una era y el inicio de otra, durante este solsticio se da  la alineación de las energías que han sido ya descargadas y la era  comienza brindándonos la oportunidad de elegir una frecuencia más armónica,  la frecuencia del amor y dejar atrás las bajas frecuencias del temor.

Un Yule lleno de bendiciones a todos.

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martes, 11 de diciembre de 2012

Enheduanna, el regreso de la sacerdotisa.



Cada vez más y más en respuesta al llamado de la Diosa, encontramos en nuestros caminos y de forma mas natural a las sacerdotisas, pero que son y que hacen, cual es la frecuencia divina que nos comparten.

Tomando la definición del diccionario diremos que una sacerdotisa es una mujer que oficia rituales sagrados, pero no es lo único que hace, una sacerdotisa sirve y atiende las necesidades espirituales de su comunidad.

Demos un salto a las leyendas e historias antiguas. Las sacerdotisas cuidadosamente han observado los patrones y ritmos de la naturaleza, conectándose con los ciclos de la tierra.  (se le adjudica a la mujer el descubrimiento de la agricultura, en el sentido de entender por observación, el proceso de crecimiento y desarrollo de las plantas).

Las sacerdotisas honraron a la Gran Madre a través de rituales sagrados en cada estación. Las mujeres como encarnación de la Diosa Madre, fueron profundamente reverenciadas, honradas y celebradas porque como la tierra son capaces de crecer la vida dentro de ellas.

La primer sacerdotisa de la que se tiene registro es Enheduana, sacerdotisa de Inanna, la Diosa sumérica, de lo cielos y de la tierra.  Los  himnos de Inanna fueron escritos por ella, Enheduana es la primer poetiza, sacerdotisa y creadora de un imperio,  hija de Sargon of Akkad y es ella a través de la escritura cuneiforme de los himnos que narran el poderío, el crecimiento y las características de Inanna que se consolida un reino.  Se tiene además cerca de 42 poemas cortos, con temas variados como la frustración, la esperanza, la piedad religiosa y la Guerra, así como una descripción del panteón de Dioses de Mesopotamia que bien puede uno pensar que son la base espiritual del primer estado, multicultural, multiligue establecido del mundo.
El poder de una sacerdotisa como Enheduana, está latente en cada mujer, a veces a través del tiempo, este poder puede haber sido mal entendido, pensado muchas veces como una fuerza obscura por miedo a su gran poder y sin embargo hoy en el despertar de la consciencia femenina, Enheduana se hace presente.

Hoy en día las sacerdotisas de la Diosa, están latentes en cada mujer cuya frecuencia esta en conexión con su corazón, tiene familia y tiene trabajo, además de sus labores como sacerdotisa, la sacerdotisa-mujer encarnada de la divinidad femenina tiene una energía de fuerza vital de agua y luna y su misión es ayudar a que esta energía casi olvidada sea reactivada.  Sabe de manera intuitiva que el principio divino femenino debe empoderarse para restaurar el balance armónico y natural entre todos los habitantes de Gaia, pero no lo hace sola, lo hace en fusión con la energía masculina del sol y el fuego, la sacerdotisa ayuda al renacimiento de la Sagrada Unión.

Las mujeres que responden al llamado al camino de la sacerdotisa, escuchan dentro de ellas, resonando apasionadamente con el llamado, con plena consciencia de que este es su trabajo,  las sacerdotisas hoy en día, fluyen con el ascender y descender de la espiral de la vida. EL trabajo de una sacerdotisa es la confrontación continua de sus temores, sanando heridas del pasado, aclarando ideas, dejando ir lo que ya no sirve para su mayor bienestar, es un viaje a otros reinos, oración, meditación  reflexión que forman el estilo de vida de estas mujeres encarnadas de la divinidad.

No es un trabajo fácil pero la recompensa es grande, reconocerse como una expresión única de la cara de la Diosa, aprende a valorarse  y a honrar su divinidad, es el vaso sagrado donde la divinidad deposita su creación para la humanidad.
Una sacerdotisa esta dedicada a servir al amor y al espíritu a cada instante. Aprende a trabajar de forma sagrada con todas las energías   Baila como Shakti le enseña y eleva su vibración mejorando la del mundo.

Una alta Sacerdotisa  como Enheduana es el trabajo de muchos años de conexión, la capacidad de trabajar con frecuencias más sutiles, se vuelve una emisaria directa de la divinidad femenina aquí en la tierra.  Es la soberana de si misma.

Bendiciones a todas las sacerdotisas que hoy por hoy, elevan constantemente su vibración y se re-encuentran con su divinidad.

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