Una de las Historias que reviven en el invierno es el descenso de Inanna, Reina del Cielo y de la Tierra, al reino de su Hermana Ereshkigal Reina del Inframundo, Attalu, tierra de los muertos y los recuerdos ancestrales. Inanna nos lleva de la mano, sin ninguna pertenencia frente a Ereshkigal, recordándonos que en descender es algo que debe ser abrazado ya que solo bajo Ereshkiga en el Gran Abajo, solo bajo su sabiduría y conocimiento Inanna puede surgir empoderada.
Pero no es Inanna la reina del Solsticio de Invierno, durante el invierno Inanna es aprendiz de su sombra, es durante esta época que podemos escuchar desde el Gran Abajo la voz fuerte y obscura de Ereshkigal:
“Yo soy la quietud, respiración contenida de la obscuridad que antecede al amanecer, Yo soy las manos de la tierra que junta la semilla de la nueva vida, Yo soy los poderes obscuros que palpitan dentro de la materia de tu cuerpo. Yo soy la muerte que promete renacer, y el beso que te hace consciente de tu muerte. Yo soy la guardiana de las partes perdidas de tu alma y de los secretos que pueden liberarte.”
Si has sido llamad@ por Inanna a descender al reino de Ereshkigal, lo único que abrirá las 7 puertas en el descenso es el corazón, respira mientras caminas en la obscuridad, mira los caminos del inframundo y mira dentro de ti, escucha la voz de Ereshkigal preguntando qué es lo que ya murió en ti?, que es lo que está por nacer?, que debes sacrificar? Cuales ilusiones te bloquean de seguir tus deseos y de ser tu verdadero ser?
El camino hacia Ereshkigal, es quitarse capa a capa aquello que te hace Ego y quedar al desnudo, descubriendo lo que te hace Espíritu, es viajar tan lejos como puedas, recordando que la Diosa de cielo y de la tierra hizo el mismo recorrido y ahí en la obscuridad total, susúrrale al silencio que te muestre las semillas de tu belleza, que te muestre las heridas y desprenda de tu piel la cicatriz y prepárate para nacer de la obscuridad, a florecer desde tu propia belleza y de tus heridas.
Las semillas y las heridas que se reciben de la mano de Ereshkigal son el reto de la Diosa para ti, puedes tomarlas y entonces enfrentar el cambio, el re-nacimiento y hacerte cargo de tu poder, también puedes dejarlas en la obscuridad y el cambio de todos modos se dará, para Ereshkigal, a tu alma hambrienta no dejara, insistirá, regresará hasta que tomes el siguiente paso que te lleve a la vida que debes vivir, hasta que renazcas de ella a tu propia luz, en cada orgasmo de tu cuerpo, en la ausencia de la respiración, Ereshkigal abraza a tu espíritu, donde recordándote y recordándola te muestra que el gran abajo es también el gran arriba y el cambio de todos modos se dará.
Definitivamente no es una Diosa de suave velo, sino una Diosa de fuerte voz, celosa guardiana de tus secretos, sombra que ha vigilado y protegido las parte perdidas de tu verdadero ser, alimentándolas en los misterios de la obscuridad, esperando al momento en que la recuerdes a ella y a ti, que tomes el reto de no morir, sino de bajar en un invierno y regresar en la primavera como Inanna, fértil, enriquecida, vencedora.
Bienvenidos al terciopelo negro de la noche, donde muere el ego y renace el alma, quienes tomen el reto del invierno, surjan bendecidos, sanados y empoderados; quienes no lo tomen, el cambio de todos modos se dará y Ereshnika paciente en el Gran Abajo esperará.
Camina con Ereshnika, respira y hazte cargo de tus sentimientos y en ese momento, el cambio se dará-
Una Marea de Yule de re-encuentro y re-naciemiento.
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Me ha encantado tu artículo, la información y la manera de narrarlo, gracias por compartir.
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