Canalizado 2012 por Bernardette Tristan
Quiero compartir el mensaje que recibir de Yemanya (Diosa
del Agua) el cual fue otorgado dentro de de una práctica espiritual de 40 días
durante los cuales, durante 1 hora diaria realice un ritual de meditación y
mantras dedicados a la sanación de las aguas de nuestro planeta.
La visión que recibí fue de una gran ola de
tonalidad obscura que arrastraba e inundaba a su paso, en ese momento el nombre de
Yemanya surgió en el aire, al nombrarla
me deposito (literalmente junto con otros seres cercanos a mi) en una playa
donde ya habían otros seres en espera, entre los cuales recuerdo vívidamente la
cara de una joven que con alegría me ofrecía junto con mi familia un hogar
donde estar, diciéndome que había muchos, en ese momento vi la desolación de
casas vacías. En ese momento entendí que
el mundo había sufrido, está en cambio.
Ante ese pensamiento el mar se levanto nuevamente, una ola
enorme ante la cual me incline y ofrende mi sangre, si encontré algo con lo que
hice una incisión en mi mano y junto a mi encontré una fruto blanco (la forma
era como un bulbo, una cebolla) que de igual forma ofrende, ante esto el agua cedió
y camina hacia donde los demás habían corrido buscando refugio, en el camino me
encontré con un mujer de edad avanzada que no detuvo su camino solo al estar frente a
mi me dijo, “hija del agua” y ambas continuamos el camino.
Al llegar a la orilla opuesta de este mar, la ola se levanto
con mayor furia, la gente ahora no tenía
a donde correr y solo pensé en acercarme al agua, inclinarme ante ella, sentí el mar llegando a mis manos y mis
rodillas sin tener claro que mas hacer, escuche su voz, suave y diáfana, no había temor, me mostro que había que
sumergirse en sus aguas, entregarse a ella, para nuestro cuidado y mejor bien
estar. Pidió que nos infusionaramos en
ella, vi muchas mujeres entrando en sus aguas con sus hijas (vi mayormente
mujeres, pero había hombres haciendo lo mismo).
Luego como en un túnel donde solo estaba ella y yo me enseño
que las aguas tienen que cambiar, con su mano movía los ríos y los océanos en
una imagen del planeta, como un rompecabezas,
sintió mi preocupación porque sentí su compasión y continuo moviendo el
agua y cuando acabo de moverla pude distinguir la cara de una Diosa (la tierra)
sonriendo nuevamente! Pregunte, muchos
se perderán!! Me contesto muchos se
re-encontraran, otro no. A pesar del
sentimiento de pérdida que ambas sentimos,
regrese a la playa donde todo comenzó, sabiendo que las aguas están
sanando, que la labor de Yemanya es balance
universal y que es el momento de conectarnos con ella, de ir a los ríos y a los
mares y entregarnos a su abrazo, para fluir con ella en este cambio.
Es tiempo de que las fogatas que anuncian el despertar de
los elementos en nuestra dimensión sean encendidas, sembremos sin miedo, para
no enfermar nuestros cuerpos y nuestras almas.
Durante los siguientes 40 días llevaré a cabo una práctica
espiritual enfocada en la conexión y sanación de la Tierra, como planeta y como
elemento, reconectando la red que une a Yemanya con Gaia y conmigo. Quienes gusten realizar la práctica, estaré describiendo los pasos a seguir, tal y
como lo hice con la práctica de Yemanya en la página 8inanna de facebook.
Que las Bendiciones fluyan en cada momento.
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