Hago esta nota reflexionando sobre el cáncer, no solo del de seno, sino de cáncer en general y de otras enfermedades crónicas que en ocasiones su presencia nos causa miedo y angustia, considero que hay enfermedades sagradas, y que las ha habido en todos los tiempos; pienso en la varicela causando tanto miedo y muerte, como nuestras enfermedades actuales, quizá una de las grandes diferencias era la capacidad de información al respecto, estas enfermedades sagradas a las que me refiero llevan a quienes la padecen y a quienes los acompañan en esta historia a recorrer un camino de transformación que sirve a todos, incluso al mundo.
Para un médico ser parte de la transformación de la alimentación y estilo de vida del paciente es también ser parte de la transformación de su espíritu, de vivir a través de los tratamientos los ajustes que son parte de esta nueva vibración espiritual hacia la sanación, hacia la superación del miedo y el encuentro llano con el ser. Estas enfermedades sagradas nos permiten a todos, accionar para transformar nuestras vidas y las de futuras generaciones.
Sanar no significa necesariamente restaurar las condiciones originales, sino alinearnos con la trayectoria del alma, en algunas ocasiones la sanación sirve a un propósito más allá de las relaciones y la vida del individuo, más allá de presente y del futuro, del cuerpo y de nuestra comprensión inmediata.
Estas enfermedades sagradas son la oportunidad de reconocer, entender y atender las enseñanzas del universo y las revelaciones hacia nuestra ascensión a la 5ª dimensión. Cada historia creada a través de estas enfermedades son el camino particular hacia la sanación y la transformación no solo individual sino da la unicidad universal. Aprender a reconocer las enseñanzas que nos brindan son la oportunidad de que nos sea revelado, nuestro camino espiritual y la sanación.
A veces nuestros ancestros y seres más cercanos nos han brindado su enseñanza al trascender por medio de estas enfermedades sagradas y en su trascendencia esta su sanación y la sanación del grupo.
Amar la fortaleza con la que se sobrevive y con la que se trasciende estas enfermedades sagradas es nuestro don. Ellas no son un castigo sino una reconciliación universal divina y la oportunidad de transformar a partir de ellas nuestros caminos para el mejor y más alto bien estar del espíritu.
Mirar estas enfermedades como una condición sagrada, puede revelarnos nuestro propio camino espiritual y una forma de sanación, estas historias pueden ser la base de la salud, la paz y de una visión diferente de la matrix en la que estamos.
Bendiciones a quienes la han padecido, ha quienes la padecen y a quienes trascendieron en este sendero sagrado.
Un recuerdo a mi papá que trascendió por medio de una enfermedad sagrada, dejando iluminado nuestro sendero con su amor.
Feliz Encuentro.
:o.... Muy interesante la forma de ver una enfermedad.... es solo la consecuencia de un exceso.... lo complejo es aprender de ese exceso y retomar el camino de la sanacion, por que ese mal es consecuencia muchas veces de una debilidad.
ResponderEliminarSi Pedro, la sanación esta en transformar hábitos, tanto físicos, emocionales como espirituales y en esta tranformación nos re-encontramos y podemos transformar una debilidad en nuestra fortaleza y sanar.
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