PBP - Divinidad Femenina

El poder de la Divinidad Femenina,  se encarna ahora en muchas mujeres y hombres teniendo  un rol importante en la transformación de la Nueva Tierra, el renacimiento de GAIA en una dimensión donde el ser asciende y es UNO.

Empoderar la Divinidad Femenina no es eliminar lo Divino Masculino, por el contrario empoderar el espíritu femenino es crear el balance que nuestro tiempo está necesitando, después de mucho tiempo donde se ha ido añadiendo a la balanza solo lo Divino Masculino y ahora esta derrumbándose,  despertar a la Divinidad Femenina es despertar al cosmos.   Es Shakti bailando a Shiva su eterna danza de amor.

La importancia de empoderar la Divinidad Femenina y que sean más mujeres en este momento recordando y guiándose por las antiguas formas de la Diosa, se debe a que la mujer tiene un acceso más directo a la experiencia de la compasión debido al proceso único de otorgar la vida.

La fortaleza de la Divinidad Femenino está en que no solo se manifiesta como compasión, comprensión y amor sino que en su dualidad se presenta como Diosas poderosas como Hécate o Kali, destructoras de lo falso, comprometidas con lo verdadero y no dispuestas a ceder ante lo desbalanceado,  usando toda la fuerza requerida para abrir  el camino para la creación de una nueva forma de vida. 

La Divinidad Femenina es la capacidad que todos tenemos de sanar, nuestro espíritu, de reconciliarnos con nuestro entorno y sanarlo y de tomar en nuestras manos el derecho que tenemos de ser instrumentos de cambio para los otros, ya que sin ellos nosotros no seriamos y la divinidad no se manifestaría en la unidad universal.

Lo que más trascendente  de la Divinidad Femenina en plena consciencia,  es que no se da en ningún reino sino que se manifiesta en la vida misma,  es la celebración y el agradecimiento continuo del ser que se reconoce como unidad con la naturaleza y con los demás, la celebración del cuerpo, de la sexualidad y las relaciones, reclamar lo femenino es entonces inherentemente sagrado.

Reclamar lo femenino y reconocernos en la Diosa como partes sagradas de ella, es expandir nuestra consciencia y enfocarnos en temas globales e involucrarnos sabiendo que hay una guía que se comunica a través de nuestra intuición y que nos puede enseñar la forma creativa de resolver temas tan viejos como las guerras y las malas políticas, la hambruna en muchos niños del mundo ,  los daños a nuestro planeta y muchos más, empoderando nuestra divinidad femenina podemos crear una co-existencia pacifica con otros.

Permitir que la fuerza de la divinidad femenina fluya en nosotros es la llama que puede encender una transformación en todos los ámbitos imaginables, sabernos Diosas encarnadas es la oportunidad creativa de sanar, reparar  y ascender.

La Divinidad Femenina,  en el arquetipo de la diosa de los muchos nombres; es la práctica de ser feliz, la capacidad de recibir y dar en desapego, es respirar haciéndose cargo de los sentimientos negativos y transformándolos en actitudes benéficas para todos.